La hora del #Campo

12/0/2014

PEDRO E. PIÑATE B.

Sobre el enorme déficit de cereales, carne y leche de Venezuela, que refleja el valor total de sus importaciones en 2013 de US$ 5.735,2 millones y comprende el grueso de las importaciones alimentarias, la conclusión es que debemos producir más de ellos aquí. La agricultura y ganadería de puertos no son sustentables, y mal pueden seguir imperando por ser políticas contrarias al campo. Ahora que la escasez de divisas obliga a su mejor uso, no hay otro mejor que utilizar las disponibles para apoyar la producción agropecuaria.

Al observar el detalle en millones (M) de dólares (US$) de estas importaciones en 2013 y su aumento porcentual desde 2003, en cereales US$ 1.821,5 M (+480%), carne US$ 1.709,4 M (+17.084%), ganado US$ 1.196,1 M (+20.882%), y leche US$ 1.008.2 M (+625%), se comprueba el enorme costo que Venezuela paga por efecto negativo directo de las políticas agraria, de controles, y de agricultura y ganadería de puertos, como por la inseguridad rural. Ellas han afectado muy severamente la producción nacional de estos rubros básicos de la alimentación de los venezolanos.

Por eso producir más aquí exige derogar la Ley de Tierras, desmontar los controles, acabar con la agricultura y ganadería de puertos, y restablecer la seguridad en el campo. Nada fácil con tantos intereses opuestos a nuestro desarrollo agrícola y rural, incluyendo el radicalismo doctrinario que persiste aún en el fracaso. Para el país comer, es ineludible revisar y rediseñar las políticas agroalimentarias. Después de arrasar con el agro ahora que el hambre amenaza porque la comida falta, es evidente que las políticas (y los políticos) antiagrícolas, perjudican al pueblo y no tienen su respaldo. Al corregirlas será la hora del campo.

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Fuente: http://m.eluniversal.com/opinion/141012/la-hora-del-campo