domingo, 1 de marzo de 2015

#Colas 2.0: evadiendo la #Escasez a través de la #Tecnología - #Venezuela

26-02-2015 a las 15:54:37
Grupos de mensajería instantánea permiten evadir el rito de 
pasar horas en cola buscando productos básicos. 
Trabajadores universitarios ven afectada su labor por la escasez

Roberto Torres Luzardo

Desde leche en polvo hasta aceite de maíz, pasando por mayonesa y arroz no saborizado; desde una medicina para la hipertensión arterial hasta un codiciado paquete de pañales de la talla correcta: los venezolanos ya están habituados a que conseguir productos básicos supone una combinación de esfuerzo, tiempo y dinero. Nada es como era antes.

Ante el contexto que el control de precios y el declive en la producción nacional ha generado, entre la ciudadanía han surgido mecanismos de defensa para lograr surtir las alacenas con “lo que se consiga”. Uno de esos mecanismos surgió entre profesores de la Universidad del Zulia.
“Yo estaba renuente a hacer colas. Sin embargo, en enero, luego de que las cosas se pusieran más difíciles, pensé que si los bachaqueros podían organizarse en redes, nosotros también”, narra la profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales Elvira Annicchiarico.
“La búsqueda de productos nos quita tiempo de descanso y va en contra de la productividad del docente. ¿Qué ánimo le queda a un profesor para investigar, actualizarse y corregir si tiene que pasar horas solo tratando de pagar lo que consigue?”, explica Annicchiarico.

Tiempo y dinero
 
Según informes de la firma consultora Datanálisis, en 2008, los venezolanos visitaban un local cada 10 días para hacer la compra principal; y cada 2,5 días hacían reposición de productos. 4 años más tarde, los venezolanos iban al mercado cada 6,9 días. La reducción se debe a que las visitas a los centros de abastecimiento deben hacerse más frecuentemente para coincidir con las llegadas de productos regulados.
Según reseña el diario La Verdad, los zulianos pueden pasar hasta 12 horas haciendo cola para comprar pañales, uno de los productos más escasos. El tiempo promedio de espera para conseguir bienes regulados como leche, papel higiénico y pollo ronda las 5 horas.
En enero de 2014, última fecha de publicación del índice de escasez del Banco Central de Venezuela, la cifra alcanzó el 28 % solo en el rubro de los alimentos. De ahí que florezcan oportunidades para quienes deseen sacar provecho económico de la situación.
Una encuesta nacional adelantada por Datanálisis afirma que 65 % de las personas que hacen cola en cadenas públicas, privadas o cadenas de farmacias compran productos para revender.
 
La consultora revela que en promedio el sobreprecio en los buhoneros es de 60 %. Quienes hacen el total de la compra en este mercado pagan entre 200 % y 300 % más de los precios controlados.
Por su parte, la Asociación Nacional de Consumidores (Anauco) dedujo que de cada 10 venezolanos, al menos 6 están haciendo colas para localizar o comprar un bien determinado. 


Quiebre en la rutina
 
La costumbre venezolana –de nueva cuña– que comprende salir temprano del trabajo para iniciar una gira sin fin en búsqueda de los bienes necesarios ha afectado la productividad laboral, explica la socióloga Natalia Sánchez.

“Ha sido una ruptura de la rutina de todo el trabajador del sector formal de la economía. No solo en LUZ sino en todo  ámbito profesional formal, pues se rompe la capacidad del empleado de permanecer en su lugar de trabajo por horas porque tiene que aplicar más tiempo buscando productos básicos que su familia requiere”, 
explica.

Los mecanismos de búsqueda e información sobre productos en redes sociales (tanto 1.0 como 2.0) era un paso natural. “La gente, viendo que no hay respuestas sistémicas ante sus problemas, busca mecanismos para encontrar soluciones. Se trata de un mecanismo de acción social que si bien no está direccionado por políticos, está desarrollado por un interés común”.
Dinámicas como esta surgen en sociedades sin fortaleza, donde los individuos suplen la carestía institucional con redes de familiares y conocidos. “Son lazos de solidaridad mecánica, no sistémica, coyuntural, diaria, en la que el sujeto no pierde nada con informar al otro”, concluye.

Leyenda: Las redes sociales: aliadas de quienes buscan paliar la escasez.

"Productos LUZ”, un grupo de WhatsApp
Para paliar la escasez, surgió la creación de un grupo de WhatsApp llamado “Productos LUZ”, donde 99 docentes y empleados se pasan datos sobre dónde encontrar alimentos e insumos sin tener que hacer colas por horas. La experiencia se repite en grupos de Facebook y cuentas de Instagram o Twitter en todo el país.

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