La Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (FEDEAGRO), advierte
que miles de toneladas de maíz blanco siguen sin poder ser comercializadas por la no
oficialización del precio que regirá la cosecha del año 2016. Tres meses después de
iniciarse la zafra y cuando ya prácticamente está por culminar, los agricultores desconocen
cuánto vale su producto y no pueden venderlo a la industria procesadora de harina
precocida, situación que pone en riesgo la supervivencia del principal rubro agrícola del
país.
El retraso en la fijación del precio entorpece el normal flujo que debe tener la cosecha
hacia la agroindustria, en momentos en donde se ha informado sobre la virtual
paralización de la producción de harina precocida tras el agotamiento de los inventarios
de maíz. Cabe recordar que la pasada semana, el gobierno nacional informó que
suministraría 30.000 toneladas de maíz a la mayor productora de harina precocida del
país, cantidad que solo alcanzará para reactivar las plantas a 80% de su capacidad por dos
semanas.
Permitir rentabilidad al cultivo es el camino que se debe seguir en aras de recuperar la
producción nacional de maíz para la arepa del venezolano. Para Fedeagro, la no fijación
del precio oficial del maíz resulta inexplicable, toda vez que semanas atrás se informó que
agroindustria y productores aceptaron que el monto a pagar por kilo de maíz arrimado es
de Bs. 243; precio que representa un sacrificio para los agricultores pues está por debajo
del que esperaban obtener, pero que asumen como contribución para reducir el impacto
que pudiera tener el ajuste.
- COSTO DE PRODUCCIÓN POR HÉCTAREA DE MAÍZ: 629.874 Bs/Ha
- COSTO DE PRODUCCIÓN POR KILO DE MAÍZ: 199,96 Bs/Kg
- COSTO MÁS RENTABILIDAD DE 30%: 259,95 Bs/Kg
- PRECIO ACEPTADO AGROINDUSTRIA - AGRICULTORES: 243 Bs/Kg
La fijación de un precio por debajo del monto previsto por las partes decretaría la muerte
del rubro, pues dejaría a los productores sin margen de maniobra para hacer frente al
próximo ciclo de siembra, agravando la dependencia de las importaciones de maíz como
mecanismo para satisfacer la demanda nacional.
“Tal como lo refiere la Ley de Precios Justos, solicitamos la fijación de un precio que
garantice la rentabilidad de una actividad lícita de comercio”, señaló Antonio Pestana,
presidente de Fedeagro, en alusión al artículo 1 de la citada Ley, según el cual la normativa
busca “el desarrollo armónico, justo, equitativo, productivo y soberano de la economía
nacional, a través de la determinación de precios justos de bienes y servicios, mediante el
análisis de las estructuras de costos, la fijación del porcentaje máximo de ganancia y la
fiscalización efectiva de la actividad económica y comercial”.
Pestana recordó que en estos momentos la producción nacional apenas está produciendo
el 30% del maíz blanco que requiere Venezuela, por lo que es urgente acometer acciones
inmediatas que permitan la recuperación de la producción, unica vía para combatir la
escasez y el desabastecimiento y asi poder garantizar la soberanía y seguridad alimentaria.
El consumidor también se beneficia
Es un hecho evidente que el fortalecimiento de la producción interna redunda en
beneficios para el agro y para el país en general. En el caso del maíz, una mejora en la
cosecha permitiría ahorrar unos 20 millones de dólares que se requieren para importar el
grano necesario por lo que resta de 2016, además de garantizar la continuidad de la siembra nacional. Recordemos que cada dólar invertido en el país representa el ahorro de
cinco dólares en importaciones directas de alimentos.
Asimismo, Fedeagro recuerda que otorgar a los agricultores el precio justo por su cosecha
pasa por el necesario ajuste de la harina precocida de maíz, que de acuerdo con las
estimaciones del sector debería fijarse en Bs. 770 el kilo, monto que no solo garantizará el
abastecimiento de uno de los alimentos más importantes en la dieta del venezolano, sino
que permitirá a los consumidores adquirir el producto a un precio menor al que se han
visto obligados a pagar como consecuencia de la escasez.
La única manera de combatir la escasez y la especulación es con el incremento de la
producción nacional y garantizando la adecuada rentabilidad a todos los eslabones de la
cadena. Un ajuste del precio del maíz y de la harina precocida permitirá al consumidor
comprar a precio menor al que se ha visto obligado a pagar en la actualidad.
Comprometidos como estamos en el desarrollo del país, desde Fedeagro solicitamos al
gobierno nacional ajustar el precio del maíz con miras a recuperar el terreno perdido, lo
que beneficiará directamente a más de 30 millones de venezolanos que demandan un
campo fuerte para garantizar el alimento de sus familias y de las generaciones futuras.
Noviembre, 2016
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