La leche cayó de 60 litros a 40 litros por persona y la carne de 24 a siete kilos. Armando Chacín, presidente del gremio, advierte que hasta los créditos bancarios desaparecieron este año poniendo el riesgo la sostenibilidad financiera para la producción
El Ministerio de Producción Agrícola y Tierras en 2014 reportó que la colocación de carne y leche reposaba en la producción de 15 millones cabezas de ganado. Cifra que Fegalago cuestiona al evaluar el retroceso de la actividad ganadera, y la caída del poder de compra de las familias.
Armando Chacín, presidente de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo, asegura en contacto con La Verdad cuál es la situación agropecuaria. “No estamos produciendo más, sino que el consumo bajó”.
El consumo per cápita de carne bajó de 24 a siete kilos, y el de leche líquida de 60 litros por persona cayó a 40 litros, según los indicadores de la industria y Asofrigo. Fegalago reclama al Gobierno atender el abastecimiento y la producción. Apurar un plan de recuperación por las consecuencias de la inflación.
“Hay necesidades incumplidas de leche y carne, y el sector agropecuario no tiene cómo abaratar costos porque estamos comprando a dólar negro los insumos que necesitamos para el rebaño y ya ni créditos agropecuarios de la banca pública y privada tenemos, este año se extinguió el préstamo”.
Chacín destaca que los precios de la leche para la industria está en 800 y 900 bolívares, pero cuando sale al mercado para la venta “aumentan, la industria lo que hace es procesar, empacar y poner el precio”. Mientras que los productores primarios “tenemos que ver que no se nos muera una vaca porque perderemos años de cría”.
Los precios de la carne tienen escaladas en los mercados y carnicerías. Fegalago explica que la carne está en ocho mil bolívares el kilo y en canal está en cuatro mil 500, dándose un “proceso de autoregulación” por el efecto de la baja en el consumo.
Fegalago advierte apurar un plan de abastecimiento de leche a la población. Las importaciones desaparecieron y la producción nacional se enfrenta a la voracidad de precios que impacta: insumos médicos, implementos agrícolas, vacunas, tractores y alimentos.
Con las cadenas de distribución del Gobierno, Mercal, PDVSA y CLAP propone que se les otorgue un subsidio en vez de apuntarlo al productor. Y es que la experiencia del pasado, cuando se prometió compensar con auxilios a los arrimadores de leche en compromiso de pago se desvaneció. “Aún hay productores que les deben el subsidio de 2010”, recuerda el jefe de Fegalago.
Chacín solicita al Ministerio responder con políticas reales, ciertas. “Necesitamos fertilizantes, matamalezas, vacunas. Estamos dejando de realizar actividades agropecuarias para ajustar los costos, pero no podemos seguir subsistiendo. Hay que reactivar la producción”.
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