Por Arminda García / Profesora de LUZ / armindabgarciag@yahoo.es
Es importante que desarrollemos nuestras aptitudes a través de la preparación y fijándonos metas, que nos permitan obtener herramientas para realizar nuestras tareas de manera favorable
Hay personas que en su día a día se dedican a hacer su labor lo mejor posible, porque se sienten comprometidos y con la imperiosa necesidad de ser buenos profesionales. Son esos, con el ánimo “todoterreno”, caracterizados por su constancia y dedicación en lo que se proponen.
Pero, ¿cuáles podrían ser estos aspectos que hacen de un profesional alguien competitivo?
Existen muchos atributos. Sin embargo, entre los más importantes el primero que podríamos destacar es la responsabilidad. Este aspecto influye en todas nuestras acciones, si somos responsables entonces obtendremos resultados positivos acordes. Alguien competitivo no elude las obligaciones, por el contrario observa en ellas oportunidades para desarrollase y demostrarse como un cumplidor. Es ese tipo de personas que miden sus actos de manera consciente desde el punto de vista moral y asume los hechos para responder en consecuencia.
Ahora bien, un buen profesional debe además contar con capacidad y habilidades para cumplir con sus compromisos. Todos tenemos un potencial en cuanto a nuestras facultades, estas se deben fortalecer en cada uno para hacer de ellas una ventaja competitiva y sumarlo como un valor agregado a nuestra labor. También es importante que desarrollemos nuestras aptitudes a través de la preparación y fijándonos metas, que nos permitan obtener herramientas para realizar nuestras tareas de manera favorable.
En este mismo orden de ideas podemos incluir el aprendizaje continuo como otra cualidad, que nos proveerá de conocimientos necesarios para ser mejores en cuanto a nuestras competencias. Las personas que buscan entender y dominar nuevos conceptos tienden a estar actualizadas sobre diferentes contenidos, los cuales le generan mayor comprensión y entendimiento sobre nociones que les serán de utilidad en su desempeño.
Del mismo modo, ser una persona bien informada es otra buena característica que brinda dominio, seguridad, capacidad para desenvolverse en torno a cualquier tema o área de interés, pero en especial en su propio ámbito. Hay personas que por naturaleza les cuesta interactuar en grupos, lo que dificulta la integración con los demás. Aquí tiene un papel muy importante el espíritu de unidad con los compañeros y el liderazgo.
Por último, podemos mencionar la condición que desde mi punto de vista “mueve montañas” es la actitud positiva. Sabemos que existen factores que pueden afectarnos anímicamente, problemas personales, profesionales o inherentes a la sociedad en la cual vivimos, pero la manera como lo asumimos hará la diferencia. Las personas que siempre piensan en positivo tienen ganado un gran camino a favor, pues actúan con optimismo y ese entusiasmo es lo que reciben a cambio. Además, la mente positiva nos permite ser más creativos y demostrar mayor iniciativa.
No debemos olvidar que es una decisión personal ser cada vez mejores y más competitivos en lo que hacemos. Cualquiera sea el ámbito en el cual nos desempeñemos es un compromiso con nosotros mismos.
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