A las autoridades se les salió de control la inseguridad de Perijá. Mientras en Rosario se desata la ola de ataques a unidades con descuartizamiento de animales, en Machiques el daño se cuenta por cabezas y robo de rebaños. Ayer en sesión extraordinaria, gremios agropecuarios de Perijá y directiva de Fegalago, evaluaron el impacto de los últimos sucesos. Se discutió la ocupación ilegal de yucpas a la finca Los Paredones, tierras vecinas de la zona de la demarcación indígena.
En la convocatoria se señaló que los casos de afectación a las fincas están empeorando. Temen una ola de hechos violentos. El robo simultaneo de tres fincas en Machiques sin investigación de quiénes son responsables y ahora la invasión y desalojo de trabajadores de Los Paredones alerta al sector. “Preocupa”, resaltó Armando Chacín, presidente de Fegalago. “Está fuera de control porque poco o nada hacen las autoridades cuando se destruye una unidad productiva”.
Recordó que con un helicóptero de la GNB se detectó que parte del ganado, presuntamente robado a las fincas, iba rumbo a Colombia, cometiéndose un delito de extracción que hasta ahora “está impune y no se atiende el resarcimiento (compensación)” a los productores que perdieron reses por la incursión de delincuentes. Los ataques aumentan y ocasionan escasez de leche y pérdidas de rebaños.
Chacín dijo que la entrega de tierras en vez de ser el mejoramiento de los poblados indígenas quedó en tierra de “nadie” donde abundan robos, inclusive entre los mismos yucpas. “No hay un sector vecino de la demarcación indígena que no sea víctima del hampa y eso lo ocasionó demarcación que hicieron sin ley, expensa de la ruina de muchos productores” agropecuarios de Perijá.
“Hemos pasado al gobernador del Zulia, la Secretaría de Seguridad y Orden Público y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario el reclamo por la invasión a finca Los Paredones. Pero no tenemos una repuesta de ninguno de los entes que debe restituir los derechos a la familia Villalobos. Reclamamos que se devuelva la institucionalidad. No puede estar gente armada fuera de la ley tomando una unidades de producción”.
Nelson Villalobos, accionista de Los Paredones, señaló que la ocupación de yucpas interrumpió la producción de leche y suma inseguridad en momentos cuando las zonas productoras necesitan “producir más” para atender la demanda de alimentos de las familias venezolanas. Gerardo Villalobos, copropietario, agregó que la amenaza hacia trabajadores de la finca por parte de un grupo de indígenas hila un ambiente peligroso para la paz que requiere el campo.
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