martes, 2 de agosto de 2016

Productores denuncian anarquía en #Perijá - #Venezuela #AgroSOS @fegalago

01-08-2016


“La anarquía pulula y campea”. En la Sierra de Perijá la producción de leche y carne está en riesgo de desaparecer, advirtió Armando Chacín, presidente de Fegalago. El descuartizamiento de animales, abigeato, robo y hurtos de equipos es el saldo que registra la ganadería en los municipios Machiques y Rosario de Perijá. Latente está la invasión de fincas cercanas a la demarcación de tierras indígenas, proceso que concluyó en 2013. 
Una ocupación en la hacienda Los Paredones se reportó el 23 de julio. Hasta ahora no hay detenidos por la usurpación ni investigación del Ministerio Público por el hurto de un novillo que antecedió la invasión violenta de las hectáreas, “destrucción de instalaciones. Ruptura de potreros”.
Nepson Villalobos, propietario y expresidente de Fegalago, señaló que el 24 de julio funcionarios del ministerio de Interior, Justicia y Paz y de la Guardia Nacional “fueron a la hacienda a tratar de convencer a los invasores que abandonaran la propiedad privada. Los invasores, armados con escopetas, en forma violenta insultaron y amenazaron a las autoridades”.  
En una denuncia presentada ante el destacamento 114 de la Guardia Nacional Bolivariana de la Villa del Rosario, el personal del predio relata que al mediodía un “grupo de personas yucpas” ingresó amenazando a los trabajadores, obligándolos a retirarse de las tierras que producían dos mil litros diarios de leche, y criaban cerca de 400 reses. 
La GNB conoció que uno de los ocupantes portaba una “escopeta”. En el cuestionario de la denuncia se indica que el posible motivo de incursión de los indígenas es para -presuntamente- responsabilizar a uno de los propietarios de la finca del homicidio del cacique de Tinacoa, Cristóbal Romero.  
“Dentro de nuestras gestiones, hemos recibido información que altos funcionarios del Gobierno regional y municipal han estimulado y tienen interés en esa invasión”, acusó Villalobos ante la negativa de la Fiscalía y GNB de actuar contra el delito evidente en la unidad productiva. “Gran sorpresa para nosotros porque existen amenazas de muerte a trabajadores, invasión a la propiedad e intento de secuestros, delitos de orden público que deben ser perseguidos de oficio y de no hacerlo se incurre en delito por omisión”.   
Armando Chacín criticó que luego de darle las tierras a los indígenas, el Estado “se hace de la vista gorda” con los “problemas” que surgen en la Sierra de Perijá. Y las consecuencias que padecen los productores que quedaron vecinos de la demarcación. 
“(Los militares) hasta los momentos están esperando, supuestamente, una orden que venga del más allá (jefes) para poder restituir la hacienda Los Paredones a sus legítimos dueños. Aquí esa política debe acabarse porque cada quien anda cuidando la carreta (puesto) para que no le caiga el peso de personas por encima de mayor rango. Así han arruinado los municipios de Machiques y Rosario con la demarcación indígena y las autoridades”, reclamó Chacín. 
En el último año, Perijá registró una “ola delictiva” que empezó con hurto de equipos y ya está en descuartizamiento de vacas lecheras e invasiones cercanas a la zona indígena. “Nos van a matar de hambre a Machiques y la Villa con la demarcación y las autoridades que deberían investigar quiénes están detrás de estos se hacen los tontos y dejan pasar delitos. La anarquía reina”. Fegalago instó a formalizar las denuncias. “Alguien tendrá que pagar esto cuando se restituya de alguna forma la justicia en Venezuela”.
Datos
En 2009 la finca Los Paredones entregó, por adjudicación de la Comisión de Demarcación de Tierras, 660 hectáreas a los indígenas yucpas. 
A partir de 2010 quedó en los límites de la demarcación de Tinacoa.  
La cadena documental del predio data de 1832.

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