El Colegio de Médicos Veterinarios del estado Zulia alerta la “preocupación” que ronda a los profesionales por la “falta vacunas y antígenos” para enfrentar bacterias y virus como: aftosa, brucelosis, rabia, tuberculosis y salmonela en animales de cría para consumo humano. Nelson Pirela, vicepresidente del gremio, destaca que las fallas en la aplicación de planes sanitarios ponen en riesgo la comida del venezolano.
Y es que ni un informe bacteriológico presenta el Gobierno para determinar las condiciones de las vacas, cerdos, pollos y gallinas. La ausencia de insumos y de datos sanitarios aumenta la incertidumbre en las condiciones del rebaño venezolano. “No sabemos qué animal ahorita está enfermo. Por ejemplo de la brucelosis”, lamenta Robert Arrieta, presidente del colegio.
La brucelosis es una enfermedad contagiosa que afecta con mayor impacto las hembras productoras de leche. Pirela advierte que hay sospechas, sin confirmar, por la falta de “antígenos”, de presencia de la bacteria. “Aquí estamos comiendo brucella viva” presente en quesos artesanales “sin control de brucelosis. En todos lados hacen quesos” con leche sin certificación de control sanitario en reses. Inclusive “se está vendiendo leche cruda en el mercado. En esa leche puede venir de una vaca con brucelosis que se transmite a los humanos”.
Arrieta precisa que los planes de sanidad animal fallan por el incumplimiento de las autoridades. “Este año lo que hemos recibido son 90 frascos para el antígeno de brucelosis. El año pasado nos despachos muy poco y venían en mal estado”. Las pruebas daban resultados negativos cuando era positivo, lo que ameritó una denuncia y obligó a la destitución de la junta directiva del Insai.
Mientras la salud de los vacunos está en duda recomiendan ante la proliferación de quesos consumir pasteurizados. “El proceso a altas temperaturas mata la bacteria”, asegura Pirela, resaltando que los directivos del colegio deben velar por informar a la población. “Sabemos que la leche que no es pasteurizada tiene un problema gravísimo de procesamiento porque puede estar contaminada con cualquier cosa. Venezuela está en un polvorín de higiene sanitaria porque no tenemos control de nada”.
Wilfredo Briñez, médico veterinario y especialista en análisis lácteo, explica que la leche es un “vehículo de muchas bacterias, virus y otros microorganismos en el animal o el medio ambiente” que puede “excretar (botar) en su leche esas baterías”. Es la materia prima para hacer quesos y en la que circulan enfermedades que se transmiten a humanos por el consumo. En los lácteos pasteurizados “hay garantía de que no va a ingerir un organismo patógeno”.
La alta temperatura a la que se somete la leche para hacerla pasteurizada elimina la posibilidad de virus y bacterias. Briñez centra que la industria tiene procesos idóneos para calentar y matar los microorganismos. Recomienda consumir los pasteurizados y a productores a aplicar las vacunas en los bovinos.
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