Aunque cañicultures y caficultures están satisfechos
con los precios, aseguran que los montos fijados para la industria hacen
inviable su operatividad.
El anuncio se quedó
corto. Tras informarse con tres meses de retraso el precio que regirá la
culminación de la cosecha de maíz blanco, los productores de este importante
rubro aseguran que el monto fijado por la
Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos
(Sundde) de Bs 200 el kilo llevará a la quiebra a muchos agricultores y desincentiva la siembra
para el próximo ciclo, toda vez que no se reconoce la ganancia necesaria para
enfrentar la galopante inflación que reina en el país.
“Hacemos
un llamado al gobierno para que recapacite porque este precio decreta la
quiebra de los productores”, afirmó Celso
Fantinel, segundo vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de
Productores Agropecuarios (Fedeagro), quien recordó que los estimados de costos
presentados en junio pasado arrojaban que el precio del maíz debía ubicarse en
Bs 260, tomando en cuenta el 30% de ganancia que indica la Ley de Precios
Justos.
De
hecho, en noviembre pasado industriales y productores acordaron que el precio a
pagar sería de Bs 243, monto que la Sundde decidió ignorar para ordenar un
monto de 43 bolívares por debajo.
Las
consecuencias, según Fantinel, son una mayor caída de la producción para el
próximo ciclo de siembra. “Ya este año apenas sembramos 35% del maíz blanco que
se necesita, y este nuevo precio hará que ahora se siembre menos y con menos
rendimiento”, dijo.
Al
respecto, dijo que según las estadísticas de Fedeagro, la intención
de siembra para 2017 de este rubro es de apenas 111.000 hectáreas, 12% por
debajo respecto a las 150.000 cultivadas este año, mientras que
el rendimiento ha caído de 4.000 a 3.200 kilos por hectárea.
Sobre
la harina maíz, Fantinel dijo que el precio fijado de Bs 639 por kilo atenta
contra la manufactura del principal alimento de los venezolanos, pues los
costos de producción de la agroindustria señalan que el monto debería ser de Bs
770 el kilo.
Recordó
además que la Sundde fijó en Bs 400 el precio de venta del kilo de harina que
debe entregar la agroindustria para su distribución a través de los Comités
Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), lo que significa que 50% de la
harina procesada será vendida con una pérdida aun mayor.
Hasta
el momento han sido infructuosos los intentos por lograr la opinión al respecto
de la Asociación Venezolana de Industriales de Harina de Maíz (Venmaíz) o de
Alimentos Polar, el mayor productor privado del rubro.
Cabe
recordar que el monto acordado por el sector de Bs 770 permitiría al consumidor
adquirir la harina a 25% del precio de venta actual: entre 2.500 y 3.000
bolívares según se trate del producto importado o ‘bachaqueado’.
-
Poco claro -
En
cuanto al nuevo precio del azúcar y de la caña al productor, los números
arrojados por la Sundde no cuadran. El organismo decretó que el productor
recibirá Bs 760 por kilo de azúcar de caña y Bs 369 el kilo del producto
refinado, valores poco claros para los agricultores.
“Hay
muchas inconsistencias en la gaceta que estamos tratando de aclarar con las
autoridades”, dijo José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de
Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), quien precisó que si bien
el precio fijado para ellos cumple con las expectativas, queda entredicho si la
industria podrá mantenerse con el monto fijado para el azúcar.
“Ese precio de Bs 369 para el consumidor se podría
sostener si el precio del azúcar industrial se hubiera liberado, pero eso no
ocurrió. Pudo haberse hecho un subsidio cruzado y así mantenerse el precio para
el público”, dijo Álvarez.
De
hecho, el precio final está muy por debajo del monto solicitado por el sector,
que apenas dos semanas atrás señaló que para lograr una justa retribución a
toda la cadena el precio de venta del azúcar debía ubicarse en Bs 1.530 con una
utilidad de Bs 760 para los productores.
Ese
monto sería, además, 66% más barato que el precio actual del producto importado
o vendido a precio de mercado negro.
-
Medio tostado -
En
el sector caficultor, la incertidumbre también reina. Si bien los productores
primarios se sienten complacidos con el precio oficial fijado de Bs 110.000 el
quintal (46 kilos) del grano de mejor calidad (Bs 55.000 para el menor
calidad), también es cierto que el monto de venta para la industria quedó
fijado muy por encima del precio pagado.
“A
nosotros los caficultores se dio el precio conveniente, pero los pocos
industriales privados que quedan van a quebrar si se les obliga a vender al
precio fijado”, afirmó Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro y ex
directivo del rubro, quien aplaudió la medida de aumentar el precio del café
premium acordada por las autoridades, aunque precisó que el monto quedó
bastante por debajo de las expectativas.
La
Sundde fijó en Bs 1.938 el precio del café corriente y el tipo premium en Bs
3.185, montos que están bastante desfasados de los precios actuales de mercado,
donde el producto, indiferentemente de su calidad, se expende como mínimo en Bs
8.000 si es de procesamiento artesanal y hasta en Bs 13.000 si se trata del
gourmet.
La operación matemática para comprobar lo dicho por el
vocero de Fedeagro es más que sencilla: el industrial deberá pagar cada kilo de
café verde en 2.931,30 bolívares pero deberá vender el kilo procesado y
envasado en Bs 1.938, una pérdida de Bs 453 por kilo.
Un
pequeño industrial, que prefirió el anonimato, alcanzó a decir que es
“imposible vender a ese precio”, por lo que prevé que todos sus colegas irán a quiebra
por esta nueva regulación, recordando que además de pagar por
encima del precio de venta la industria debe procesar, empacar y distribuir el
café, costos que obligarían a vender el kilo por al menos el doble del precio
fijado, es decir, el monto de venta al público debería estar alrededor de Bs
4.800.
Al
respecto, Pérez recordó que actualmente el propio gobierno –que maneja cerca de
80% de la industria nacional- está cancelando el kilo de café por encima de Bs
5.000, lo que hace que el precio fijado por la Sundde sea un total despropósito
y agrave las grandes pérdidas que desde hace años soportan las torrefactoras
del Estado.
Los
entrevistados coincidieron en afirmar que esperan que el gobierno haga una
rectificación, pues de lo contrario tanto productores como industriales están
condenados a la quiebra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario